- 200 gr. de harina tostada
- ½ vaso de aceite de oliva
- 1 vaso de leche
- 1 palito de canela en rama
- Una cucharadita de canela molida
- La corteza de un limón
- 40 gr. de azúcar
- 2 rebanadas de pan
- Una cucharadita de matalahúva.
Calienta el aceite en una cazuela y fríe en ella las rebanadas de pan. Una vez doradas, escurrimos bien y reservamos sobre papel absorbente
La cáscara de limón la freiremos igualmente en el mismo aceite y la reservaremos.
En la misma cazuela, añade la harina tostada, el azúcar, el palo de canela y la matalaúva. Remueve al tiempo que vamos añadiendo la leche poco a poco, sin cesar de remover para evitar que aparezcan grumos. Seguir cociendo a fuego suave durante 20 minutos.
Cuando la poleá esté bien ligada, sírvela en una fuente, espolvoréala con canela molida y decora con la cáscara de limón y el pan frito.