Cortar los champiñones en láminas (podemos comprarlos ya limpios y cortados) y mezclarlos con el zumo de medio limón, para que no se oscurezcan. Laminar tres dientes de ajo, rehogarlo durante dos o tres minutos en una sartén con una cucharada de aceite. Añadir los champiñones y cocer a fuego lento hasta que se haya consumido el líquido que van soltando los champiñones.