250 gr. de harina de trigo
Unos granitos de matalahúva, agua, sal y aceite.
Longaniza
Pimientos
Ajo
Tocino
Un pimiento picante
Como opciones se pueden añadir
Chorizo o pescado que nos sobre del día anterior.
En una sartén honda con aceite se rehoga la harina con la matalahúva, sazonando y removiendo continuamente.
Se añade agua (un litro más o menos), evitando que la mezcla forme grumos y se pegue al fondo.
Se hierve a fuego medio, siempre removiendo en el mismo sentido, hasta que la harina esté cocida y la pasta quede ligeramente espesa.
Se aparta la sartén del fuego y se deja enfriar en un lugar fresco.
Podemos saber si está en su punto si al empezar a enfriar, y moviendo un poco la sartén, se forman unas pequeñas grietas superficiales.
El toque especial de estas gachas picantes se lo aporta al plato la salsa colorá que se verterá sobre ellas, con longaniza frita y pimientos asados, con un caldo de ajo “quemao”, refrito de tocino y un pimiento picante, o pescado frito del día anterior.