La actividad física tiene beneficios que van más allá de evitar la obesidad y el sobrepeso. Combinada con una alimentación sana y equilibrada, ayuda a prevenir y controlar enfermedades como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes tipo 2, la depresión y la ansiedad, la artritis y la osteoporosis, entre otras muchas.
También ayuda a controlar el peso, prevenir la discapacidad, favorece el incremento de relaciones sociales y mejora la autoestima.
Si su condición física se lo permite, le recomendamos evitar permanecer sentado durante más de dos horas seguidas, es muy beneficioso que cada una o dos horas realice estiramientos o dé un breve paseo.
Tenga en cuenta que es mejor hacer algo, que nada: la actividad física proporciona muchos beneficios para su salud.
Si se encuentra bien físicamente, recuerde: subir y bajar escaleras, caminar, salir de compras sin coche, realizar las tareas del hogar, son actividades cotidianas que nos ayudan a estar en forma.