- Calabaza
- Azúcar
- Una piedra de cal
- Canela
- Ralladura de limón
- Agua
Hay que cortar la calabaza en trocitos.
Por otra parte, se sumerge la piedra de cal en agua dentro de un trapo o una muñequilla.
En ese agua de cal ( debe ser clarita, no como si fuésemos a encalar una pared), se sumerge la calabaza y se tiene aproximadamente una hora ( si la calabaza es tierna, un poco menos).
Tras este proceso, se lava bien la calabaza y se pesa.
Esto es muy importante, porque la proporción de azúcar irá en función del peso de la calabaza.
Por cada kilo y medio de calabaza debemos añadir un kilo de azúcar.
Este azúcar lo iremos añadiendo poco a poco en la olla, removiendo.
Añadimos agua, sin que llegue a cubrir del todo la calabaza, y un palito de canela.
Se irá formando poco a poco un almíbar ligero en el que se cocerá la calabaza.
Este proceso dura aproximadamente una hora.
Es importante no dejar que el almíbar endurezca mucho, tiene que ser muy fluido.
Por último, ya retirado del fuego, añadimos ralladura de limón.