Compartimos el microrrelato enviado por María José, de Ronda (Málaga) y usuaria del programa "Mayores Activos", que ha querido participar en la iniciativa "Microrrelatos confinados" puesta en marcha por la plataforma En buena edad.
"La pandemia COVID-19"
Ay pandemia, pandemia mía, nos dejaste sin noches y sin días,
nos quedamos en casa soñando con salir y pasaban los días sin ser feliz.
Niños, adultos y jóvenes se quedaron sin clases, sin institutos ni universidades,sólo podían estudiar online, sufrían por no poder ver a sus amistades, gracias que tenían las redes sociales.
Casas, pisos pequeños y grandes se convirtieron en colegios, oficinas y gimnasios, donde salíamos a los balcones a aplaudir al trabajo de los sanitarios, policías y profesionales.
Hospitales, centros y hoteles medicalizados estaban colapsados y saturados por los enfermos hospitalizados.
Este virus mundial no entendía de razas, edades ni clases sociales.
Fallecían cada día miles de personas por el coronavirus que mundialmente nos pilló sin previsiones y ha dejado a millones de familias sin trabajos y sin hogares.
Dicen que todo esto nos va a cambiar y nos va a convertir en personas con más humanidad.
Es cierto que el Planeta se estaba ahogando y gracias a nuestro confinamiento lo estamos salvando, después de tanta tristeza y privación de libertad tenemos que ver un rayo de esperanza y solidaridad.
Ahora nos toca ser positivos y confiar que esta pesadilla va a pasar y con la desescalada podremos de nuevo disfrutar de familias, amigos e incluso viajar.
Tenemos que cuidarnos para cuidar a los demás y ojalá no tengamos que vivir esta situación nunca jamás.
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