Compartimos el microrrelato enviado por María Isabel, de Jódar (Jaén), que ha querido participar en la iniciativa "Microrrelatos confinados" puesta en marcha por la plataforma En buena edad.
"La romería triste de un pueblo"
Como cada año, 15 de mayo es fiesta local en mi querido pueblo de Jódar como es la romería de San Isidro patrón de la agricultura que tanta devoción le tenemos ya que Sierra Mágina es tierra de olivos y buen aceite de oliva.
Esta fiesta de mi pueblo para mí está llena de felicidad, alegría y una luz intensa, ya que era tradición en mi familia mi abuelo me lo había inculcado desde muy pequeñita, pero este año con el maldito corona virus estoy muy triste, y a la vez pena y melancolía, por no celebrarse y acompañar a nuestro querido San Isidro Labrador.
Este año 2020, ha sido muy triste, lo hemos celebrado de otra manera, hemos adornado todos los vecinos con su estampa en los balcones, palmeras y flores de papeles.
Año anterior, me sentía muy alegre al ver esas carrozas adornadas con flores, con cosas típicas de esparto, todas preciosas y San Isidro con sus flores y sus adorables espigas, montado en su tractor, no podía olvidar esos caballeros montados en esos limpios, relucientes caballos, yo recordaba mi abuelo Luis me montaba de pequeña, antes tenía miedo, con el tiempo lo supere con su ayuda, como me gustaría volver vivirlo en mi corazón sus enseñanzas.
Como recuerdo que mi abuelo el día de antes traía sus espigas para ponerlo al San Isidro, aún se mantiene trayéndolo mi padre, y esa deliciosa gacha miga que preparaba con su esencia.
También me gusta escuchar misa Santo Cristo de la Misericordia, cuenta la historia que cuenta nuestro adorable párroco que siempre me emociona y a mi madre, ya que Jaén, me siento muy orgullosa de permanecer a ella, gracias a todos se dedican a las labores del campo tan sacrificado y sudor, ojalá este año llueva para esos campos.
Cuando veo, su rostro salir por las calles de su pueblo, me siento muy feliz, dónde ira a su ermita Fuente Garciez, un lugar de paz, tranquilidad y sosiego, dónde se puede hacer camping, donde están los propios lavaderos, todos los años lo acompaño con fe y mucha devoción. Una vez, en la ermita, cantamos la canción de San Isidro, tanto se merece y le hacemos salud, dinero, amor, pero este año también pedimos que el COV19 desaparezca esta dura enfermedad.
No podía olvidar esas bandas acompañan a los sones de la música Banda de la Asunción y la banda Municipal Pedro Gámez Laserna, donde nos bailamos unos buenos pasodobles, música bailona, para amenizar el ambiente.
¡¡VIVA SAN ISIDRO LABRADOR!!
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