Se trata de una intervención multifactorial dirigida a personas mayores con alto riesgo de caídas o caídas previas. Se realiza una valoración médica y visita domiciliaria por la trabajadora social del centro de salud. Al inicio y anualmente se realiza: valoración del equilibrio, evaluación afectiva, detección de hipotensión ortoestática, valoración funcional, de déficits sensoriales visual y auditivo no corregidos, necesidad de uso de ayudas para la marcha (bastón, andador, carrito), toma de analgésicos, revisión del tratamiento que pueda influir en las cídas: psicofármacos y/o hipotensores, valoración del entorno físico y sociofamiliar, información sobre modificaciones en el hogar y entorno, teleasistencia y otros recursos.
Se añade la detección de puntos negros: lugares en espacios públicos que constituyan alto riesgo de caídas, comunicados por la personas que los detectan, se fotografían y se comunican a la autoridad municipal.
Se propone la participación en grupos de Tai Chi en el polideportivo municipal, dos horas a la semana, con la colaboración de la asociación sin ánimo de Lucro Tai Chi Sin Fronteras.
Se ha evaluado mediante estudio cuasiexperimental, comparando los participantes que realizan y no realizan el Tai Chi considerando las variables resultado: nº de caídas, Índice de Barthel, tiempo de estación unipodal, consumo de analgésicos escala de ansiedad-depresión de Goldberg y número de consultas médicas. Los resultados a los dos años se resumen en: se encuentra una ventaja en la práctica del Tai Chi en menor toma de psicofármacos, reducción del uso de ayudas para la marcha, menor asistencia a consulta médica y mejora de la estación unipodal. Se han comunicado y corregido los puntos negros de caídas.