1 docena de huevos.
1/4 L.de aceite de oliva.
1/2 L. de vino blanco.
Sal.
Harina.
En un recipiente se baten los huevos, se le echa el aceite (refrito previamente y frío), añadimos el vino y una pizca de sal y a continuación se va agregando harina hasta que se quede una masa consistente. Una vez hecha la masa, se pone en sitio caliente y se deja reposar unas 7 u 8 horas.
Se coge una pequeña porción de masa, aproximadamente del tamaño de un huevo talla pequeña. Se estira con el rodillo dejando una capa fina. Unimos los extremos a lo largo (no a lo ancho), se pone boca abajo y con los dedos se estira hasta alcanzar unos 30 cm. Se echa al perol para freírlo con abundante aceite. Dejarlo que tome un poco color, sacarlo y ponerlo a escurrir.
Una vez frío se le añade azúcar o miel (cocida hasta que forme hebra).
