Calentamos el aceite en una sartén y freímos el pan. Sacamos los tostones, una vez doraditos, y los ponemos en un plato con papel de cocina para que absorba el aceite. A este aceite, ya caliente, le echamos la matalahúva, sólo unos segundos, procurando que no se queme. Echamos la harina y la tostamos moviendo continuamente con una cuchara de palo, esto se hace para que la harina no sepa a crudo. Luego le añadimos todos los líquidos y a fuego lento vamos removiendo hasta que los grumos estén totalmente disueltos. Es laborioso este proceso y mejor ayudarnos con una espumadera. Cuando estén a medio hacer le echamos el azúcar. No la pongáis toda de golpe y vais probando para que las gachas queden a vuestro gusto. Por último, le añadimos un chorreón de anís seco (opcional). Para presentarlas las podemos poner en un recipiente de barro o comérselas en la misma sartén. Les espolvoreamos la canela y les ponemos los tostones y ¡¡a comer!!. Hay muchas maneras de hacer las gachas, mi madre las hace sólo con agua, que es como se hacían antes. Para gusto los colores.
Ingrédients
Préparation
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sanpe.anto@gmail.com
Dos