Conforme vamos envejeciendo, empezamos a tener el sueño más ligero, y es de menor duración.
En ocasiones aparecen trastornos en el sueño como el insomnio, que suele estar relacionado con enfermedades como el Alzheimer o como un efecto secundario de algunos medicamentos.
La causa más frecuente del insomnio en las personas mayores se relaciona con una deficiente higiene del sueño: dar cabezadas durante el día, acostarse sin sueño, poca actividad física, llegar a la noche sin cansancio fisico, algunas medicinas como los diuréticos tomados por la noche, etc.
En edades avanzadas, el sueño se caracteriza, de forma general, por: tener una menor duración; durante el día, realizar pequeñas siestas o descansos; dormir con interrupciones y despertar más veces durante la noche; pasar menos tiempo en la cama y tardar más en recuperar el ritmo de sueño.